La hermana Fara Galati Chiuri, religiosa de las Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, Consultora del Gobierno General durante 12 años (2011-2023), falleció el viernes 19 de enero de 2024, en Roma, Italia. El funeral se celebrará el próximo miércoles 24 de enero en Roma.
La Superiora General de la Congregación, Hna. Pilar Casas, junto con el Equipo de Gobierno General y en nombre de toda la Congregación, expresa sus más sentidas condolencias en unión de oración y esperanza en la Resurrección.
Biografía de Hna. Fara
La hermana Fara Galati nació el 19 de diciembre de 1952 en Bitonto, Bari, Italia. Hija de Giovanni y María, era la pequeña de 3 hermanos y realizó estudios de Magisterio.
Ingresó en el pre-noviciado de las Adoratrices el 24 de septiembre de 1983 en Alicante, España. Finalizó su periodo de formación inicial, con los votos perpetuos, el 7 de octubre de 1990 en Bitonto.
Fara compartió su vida con las mujeres en la Casa de Torre Boldone, Bérgamo, Italia. Entre los servicios que ha realizado para la Congregación se encuentran el de Superiora Provincial de Italia (ahora integrada dentro de la Provincia de Europa-África) y el más reciente como Consultora del Equipo del Gobierno General, encargada del Área de Misión Compartida y Laicado.
En sus últimos días, tras su salida del Gobierno General en el XXXI Capítulo General de las Adoratrices, la hermana fue destinada a la comunidad de Roma.
Palabras de condolencia
Desde que se comunicó la noticia de su partida a la Casa del Padre han sido numerosas las muestras de cariño y pésame recibidas de todas las partes del mundo.
Así, por ejemplo, el Equipo de Misión Compartida de la Congregación comparte las siguientes palabras: “Hoy rendimos homenaje y exaltamos la vida entregada de Fara al amor transparente hacia hermanas, laicos y mujeres. Su compromiso inquebrantable con la Misión Compartida se manifestó en la defensa de la creación de lazos de unión y comunión entre religiosas y laicos, construyendo así una identidad personal y comunitaria sólida (…).
Sentiremos la ausencia de nuestras conversaciones interminables, de las risas compartidas y de las miradas cómplices que nos unían en la alegría. Recordaremos con gratitud los abrazos de apoyo y ternura que siempre nos alentaron a perseguir nuestros sueños, desafíos y metas.
Querida Fara, citando las palabras de una conocida canción, ‘cuando un amigo se va, deja un espacio vacío que no puede llenar ni la llegada de otro amigo’. Sin embargo, tenemos la certeza de que tu presencia perdurará eternamente en nuestros corazones. Descansa en paz, querida hermana, sabiendo que tu legado de amor y compromiso seguirá inspirándonos en nuestro camino”.
Gracias hermana Fara por tu entrega a la Congregación, por tu ejemplo de vivencia del carisma de Adoración y Liberación.