Os compartimos con alegría la crónica que nos llega de la provincia de América. Una nueva experiencia de trabajo apostólico intercongregacional, en la línea con el compromiso que asumió la congregación en la VIII Conferencia General de potenciar el trabajo apostólico intercongregacional
“La Providencia de Dios y nuestra espiritualidad Eucarística nos ha permitido iniciar una fascinante experiencia intercongregacional, respondiendo a la misión de liberar a la mujer explotada.
Un escenario de emergencia humanitaria migratoria como el que vivimos en Cúcuta-Colombia, nos ha unido con las hermanas Oblatas a vivir en comunión y acción… Gracias Señor por esta experiencia de hermandad y esperanza”