“Centinelas de la Aurora, Liderazgo para pensar y gestar un mundo abierto en un cambio de época”

“Centinelas de la Aurora, Liderazgo para pensar y gestar un mundo abierto en un cambio de época”

Del 31 de enero al 2 de febrero, participamos en el curso internacional del Liderazgo titulado “Centinelas de la Aurora, Liderazgo para pensar y gestar un mundo abierto en un cambio de época”. Comenzamos nuestro encuentro con un momento contemplativo bajo el Icono de la Misericordia, bajo el trasfondo de la Encíclica Fratelli Tutti, allí se nos invitaba a Ser buenos Samaritanos, que sabe ponerse en lugar del otro y camina junto a él.

Durante estos días fue una ocasión para encontrarnos, mirarnos, escucharnos, conocernos y sentirnos parte de una misma “Familia”.   Me he dado cuenta que estamos viviendo un momento histórico muy particular, donde vamos evolucionando. Estoy invitada a “ayudar a la Aurora a nacer”, ha apostar por la vida del otro. A estar atenta y escuchar la llamada personal para construir juntas y juntos un nuevo amanecer, una nueva aurora.

Hemos sido invitadas a ser hombres y mujeres con Coraje que no tememos descubrirnos vulnerables, frágiles. Que se permiten conectarse consigo mismo(a) y con el otro, que crean interrelaciones y ve cada problema como una nueva oportunidad para crecer. Se nos invita a ser lideres que se desafía y se esfuerza creativamente y buscan ser auténticos, profundos y compasivos. Hemos aprendidos que somos “Somos una comunidad de posibilidades, no una comunidad de problemas”.

Como líderes estamos llamados a ser anfitriones que busque convocar a la diversidad en los diferentes puntos de vista para que surjan procesos creativos donde cada miembro se sienta parte de un todo.

Ha sido muy interesante los vínculos que hemos creados a través de los años y que hoy nos damos cuenta que somos un sistema vivo presente en muchas partes y que estamos todas y todos interconectados en un mismo ser, hacer y estar. Donde nuestro distintivo es el “AMOR”

Finalizamos nuestro encuentro con la contemplación de los “Dos denarios al posadero” de la parábola del Buen Samaritano.  Donde se nos invito a recordar la llamada que se nos hizo para ser posaderos, y las monedas que he recibido para seguir siendo posadero.

Agradezco inmensamente a Dios y al Gobierno General de nuestra Congregación por crear estos espacios de formación que nos permiten seguir creciendo y cultivando nuestra vocación.

Termino con esta invitación… Sabemos que estamos en el amanecer de una nueva era de liderazgo… debemos entrenar nuestros ojos para poder ver lo que está naciendo…

                            Hna. Soraya Sequera, Comunidad de Manizales – Colombia

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