Adoratrices y Pascua de Resurrección: ¿Dónde Resucita Jesús Hoy? La Pascua de Resurrección es el corazón del calendario litúrgico cristiano, celebración que conmemora el triunfo de Jesucristo sobre la muerte y su promesa de vida eterna. El Catecismo de la Iglesia Católica lo define como “Fiesta de las fiestas”, “Solemnidad de las solemnidades” y constituye el punto culminante de la Semana Santa.
La Pascua no solo marca el fin de la Semana Santa, sino que también celebra el “paso” de la muerte a la vida a través de la Resurrección de Jesús. Este evento no es solo un recuerdo histórico, sino una realidad transformadora que invita a las personas a renovar su fe y esperanza en la salvación.
La Eucaristía hace memoria de la Pascua de Cristo y realiza la obra de nuestra redención. A través de este sacramento, el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz permanece siempre actual.
Por todo ello, la Pascua es una invitación a vivir una vida nueva, liberada del pecado y orientada hacia el amor de Dios. Es un tiempo para reconocer que, por medio de la Resurrección, se nos ofrece la posibilidad de renacer a una existencia plena y auténtica.
La Resurrección de Cristo en el mundo actual
En esta Pascua de Resurrección, reflexionamos sobre el significado de la Resurrección de Jesús y sobre cómo se manifiesta en nuestro mundo actual. Como ya hemos indicado, la Pascua no es solo un evento histórico, se trata de una realidad viva que se perpetúa en las acciones y en los corazones de las personas.
Jesús resucita en cada acto de bondad, en cada palabra de consuelo, en cada gesto de amor desinteresado. En un mundo que a menudo parece ensombrecido por la sombra del individualismo y la indiferencia, el amor y misericordia de Dios se manifiesta y brilla a través de las obras de quienes eligen vivir su realidad y su fe con autenticidad.
La Resurrección de Cristo en la Acción Social
Jesús resucita en las manos de las personas que dedican su vida o parte de ella a acompañar a otras que se encuentran en distintas situaciones de vulnerabilidad. De este modo, la Pascua de Cristo se refleja, por ejemplo, en las personas que alimentan a los hambrientos, en las que brindan consuelo y también en los pasos de las que trabajan por la justicia y la paz.
Este espíritu interviene en nosotras, Adoratrices, y en toda la Familia Adoratriz. A través de la Adoración, buscamos reflejar el Amor de Jesús Eucaristía hoy. Asimismo, en nuestra misión de Liberación acogemos el rostro sufriente y la dignidad de las mujeres a las que acompañamos, defendemos sus derechos y su libertad, permaneciendo a su lado a lo largo de su proceso de recuperación e integración.
Esta Pascua te invitamos a buscar los signos de la Resurrección en tu vida. ¿Dónde ves la presencia renovadora de Cristo? ¿Cómo puedes ser portadora de su luz en la oscuridad? Que la esperanza de la Resurrección nos inspire a vivir con el propósito renovado de orientar nuestra existencia al amor de Dios, haciendo presente su Resurrección en nuestra relación con las personas que Él ha puesto a nuestro lado.