Adoratrices: Una voz por los Derechos Humanos de las mujeres en el mundo. El 10 de diciembre de cada año es el Día Universal de los Derechos Humanos, en conmemoración de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH). Promulgado por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en París el 10 de diciembre de 1948, este documento histórico reconoció por primera vez derechos humanos fundamentales que deben ser protegidos en todo el mundo.
Tal y como indica la ONU en su página web, esta declaración consagra “los derechos inalienables que toda persona tiene como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.
Aunque durante los años transcurridos desde la adopción de la Declaración de los Derechos Humanos estos han sido más reconocidos y garantizados, todavía existen muchas situaciones de violación de los mismos en todas las partes del mundo. Este es un escenario especialmente evidente en el caso los de los derechos de las mujeres, que sufren diversas formas de discriminación, violencia, explotación y esclavitud.
Por ejemplo, con respecto a la trata de personas, según el Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2022 de la ONUDD, elaborado a partir de cifras oficiales de más de 141 países, las víctimas femeninas siguen siendo el objetivo principal. El Informe muestra que en 2020 el 42% de las víctimas detectadas eran mujeres y el 18% niñas.
Además, la pandemia de la COVID-19 empeoró las condiciones de vulnerabilidad y exclusión de las mujeres, amplificando los riesgos de violencia de género, pobreza, desempleo y falta de acceso a servicios esenciales.
Adoratrices, defendemos los Derechos Humanos desde 1856
La Congregación de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad fue fundada en 1856 por Santa María Micaela precisamente para responder a una necesidad urgente de su tiempo en materia de derechos humanos: liberar a la mujer oprimida por la prostitución. Desde entonces, somos una Congregación que trabaja incansablemente por la defensa y la promoción de los derechos humanos de las mujeres, principalmente de aquellas que se encuentran en contextos de prostitución y trata con fines de explotación sexual. Las Adoratrices servimos a Jesús a través de las mujeres, acogemos su rostro sufriente y su dignidad, defendemos sus derechos y su libertad, acompañándolas en su proceso de recuperación e integración.
Por otra parte, somos conscientes de que para ayudar a las mujeres y lograr que sean valedoras de todos sus derechos como personas el trabajo asistencial no es suficiente. De este modo, denunciamos las situaciones en general de violencia contra las mujeres y, en particular, la trata de seres humanos y/o las situaciones de exclusión que sufren las mujeres por su género, a través de acciones de sensibilización e incidencia política, como campañas, participación en investigaciones, reuniones con actores clave e instituciones, apariciones en los medios de comunicación, etc.
Datos sobre nuestra Obra Social
Nuestra Congregación está presente 24 países de Europa, África, Asia y América. A lo largo de 2022 un total de 8.410 mujeres han sido atendidas por la Obra Social de las Adoratrices, de ellas 3.745 son de Europa y África, 3.490 de América y 1.175 de Asia.
Algunas de las situaciones principales por la que las mujeres acceden a esta atención son la de prostitución, exclusión social, trata de personas, desprotección o violencia de género.
Para ofrecer alternativas de acogida, formación y promoción a estas mujeres, las Adoratrices contamos con 86 Programas Sociales. Toda esta obra social es llevada a cabo por un equipo formado por 248 hermanas, 506 personas contratadas y 448 voluntarios y voluntarias.
Reconocimiento a nuestra labor
Nuestra labor como Adoratrices ha sido reconocida con diversos premios y reconocimientos, entre los que se encuentra Premio de Derechos Humanos Rey de España en el año 2014. Este galardón destacó nuestro trabajo en favor de las mujeres víctimas de trata de personas y violencia de género, nuestro compromiso con la protección de la dignidad humana de las mujeres y la justicia social.
En el Día Internacional de los Derechos Humanos conviene recordar que la declaración de los mismos apela a todas las personas, todos tenemos un papel que desempeñar y estamos llamados a defenderlos. Tal y como señala la ONU, es preciso lograr “una economía que invierta en los derechos humanos y que funcione para todas las personas” y “renovar el contrato social entre los gobiernos y sus pueblos y dentro de las sociedades, para reconstruir la confianza y adoptar una visión compartida y global de los derechos humanos en el camino hacia un desarrollo justo y sostenible”.