El segundo sábado del mes de mayo se celebra el Día Mundial del Comercio Justo. Se trata de una jornada destinada a concienciar a la opinión pública acerca de las desigualdades económicas sufridas por los pequeños productores y comerciantes, que procuran un precio justo para sus productos.
Detrás de productos de consumo frecuente como el café, el azúcar o la ropa, que enriquecen a grandes empresas, se oculta en muchos casos la pobreza, condiciones de trabajo abusivas, precios muy por debajo de los costes, salarios que no llegan al mínimo legal, explotación laboral infantil o degradación del medio ambiente.
El Comercio Justo lleva décadas luchando contra esta pobreza, la explotación y las desigualdades y demuestra que es posible una vida digna para los productores y comerciantes.
Las Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, trabajamos ofreciendo alternativas y oportunidades reales a mujeres en situación de vulnerabilidad, que viven diferentes situaciones de exclusión. Nos acercamos a las mujeres afectadas por diversas formas de explotación, especialmente la prostitución, y las acompañamos en el proceso de crecimiento y liberación, que incluye la integración laboral y social.
Dado el carácter de nuestra misión, luchamos por denunciar las estructuras de injusticia de nuestro mundo contemporáneo, la violación de los Derechos Humanos, especialmente los que afectan a mujeres y niñas. Por este motivo, nos unimos a la labor de concienciación y reivindicación en este Día Internacional del Comercio Justo.
A través de la celebración de esta jornada, apoyamos la promoción del Comercio Justo como modelo alternativo de comercialización, orientado hacia una economía justa y sostenible. Un modelo que garantice los Derechos Humanos, los derechos laborales y el cuidado del planeta, que ofrezca unas condiciones laborales dignas, salarios y precios justos, que contemple el cuidado del medio ambiente, y que, por supuesto, rechace el trabajo infantil, la esclavitud y la explotación de la mujer.