8 hermanas junioras Adoratrices -Ankita, Phulmani, Hang, Hue, Laxmi, Marie Flore, Inmaculada y Marie Reine- han comenzado su preparación para la profesión de los votos perpetuos con una etapa formativa en Roma.
Desde mayo hasta agosto de 2025, las junioras tienen un tiempo de formación en Roma y Madrid, visitarán lugares históricos relacionados con los orígenes de la Congregación y nuestra fundadora, Santa María Micaela, y conocerán varias comunidades Adoratrices de la Provincia de Europa-África. Finalmente, vivirán un mes completo de Ejercicios Espirituales en Loyola.
Las vivencias de junioras Adoratrices que preparan sus votos perpetuos en 2025
De este modo, este periodo no solo es una oportunidad de profundizar en la espiritualidad y el carisma de la Congregación, sino también un espacio de convivencia, reflexión y apertura al encuentro entre hermanas de distintas culturas y países de procedencia.
Durante los primeros días de encuentro, las junioras han participado, junto a otros consagrados y consagradas, en una Eucaristía en el Vaticano en sufragio por el Papa Francisco, fallecido el 21 de marzo de 2025.
Asimismo, han compartido algunas de sus primeras impresiones. Sus palabras nos acercan con sencillez y verdad a lo que están viviendo en este momento tan especial de su recorrido vocacional.
Alegría, gratitud y comunidad: el inicio del encuentro
“Me sentí muy feliz de reunirnos desde diferentes partes del mundo. Será muy divertido, también una preparación intensa para los votos perpetuos. Me sentí agradecida de que estemos extendiendo la mano a muchos países y realizando la misión.”
“Mi sensación es maravillosa, al encontrarme con nuevas hermanas de la India y América Latina, así como al reencontrarme con las hermanas con las que viví en España. El ambiente cálido de bienvenida de las hermanas en Italia, así como la meticulosa preparación del equipo de formación, me hace sentir muy cercana, como si estuviera en casa.”
“Para mí es una alegría este tiempo de pararse, ahondar, profundizar, hacer cosecha de lo vivido estos años de Juniorado (…). Es poder volver a tomar conciencia de lo que tengo entre manos, de aprender cosas nuevas, y sobre todo de hacer experiencia con hermanas diferentes de todos estos temas y cosas que se nos proponen. Gran ilusión de visitar diferentes comunidades, sobre todo las de mayores, donde una respira la vida de la Congregación, la entrega de las hermanas, la fidelidad al Si (…).”
“Siento que es un gran regalo para mí, conocer más a las hermanas de otras provincias. Gracias a Dios por darme la oportunidad de vivir juntas.”
Conociendo la riqueza de la Congregación
Uno de los momentos más valorados ha sido la presentación de las 4 Provincias (América, Europa-África, Kolkata y Mumbai) y la Delegación (Japón) de Adoratrices.
“Fue interesante conocer más sobre las diversas comunidades y el trabajo que realizan, lo que me hizo sentir parte de una misión más grande.”
“Al compartir la presentación de las provincias, he entendido muy claro el hecho de que cada presencia es un don para la humanidad (…) somos todas Adoratrices dando respuesta a la necesidad de la misión esté donde estemos.”
“Me llena de mucha alegría, gratitud y agradecimiento (…) estos meses tengo esta oportunidad de beber más de cerca en las fuentes y conocer un poco más a fondo y más de cerca la realidad de nuestro cuerpo congregacional.”
“Fue inspirador ver a nuestras hermanas sirviendo en diferentes partes del mundo. El espíritu de Santa Micaela está vivo en ellas, reflejado en su unidad, sacrificios y dedicación a la misión. Su trabajo con los vulnerables y su testimonio del Evangelio demuestran que su carisma sigue vivo en cada hermana. Somos verdaderamente una sola familia, unidas en la misión (…).
¿Qué significa ser una comunidad viva?
Para las junioras, ser una comunidad viva dentro de la Congregación de Adoratrices implica algo más que compartir espacio y oración:
“Una comunidad viva significa una comunidad que vive unida como una familia, con oración y espíritu de equipo, respetando y aceptando las opiniones, ideas, cultura, idioma, trabajo y comida de cada uno.”
“Es un lugar donde la fe, la esperanza y la solidaridad no solo se profesan, sino que se viven en el día a día.”
“No estamos juntas porque nos elegimos, sino porque Dios nos llevó allí, esta certeza, es la que me hace ir adelante.”
“Ser comunidades vivas significa estar abiertas al Espíritu, vivir la misión con la humildad de quien se deja sorprender frente a lo nuevo y sabe vislumbrar la belleza de la otra cultura, de lo desconocido, dejarse empreñar por la cultura del lugar; hacerse uno con el pueblo, inculturarse…y sobre todo hacer vida el Evangelio y nuestras Constituciones.”
Este inicio de camino hacia los votos perpetuos ya está siendo, como ellas mismas expresan, una experiencia de gracia. Acompañamos a nuestras hermanas junioras Adoratrices con la oración y la confianza de que el Espíritu seguirá guiando cada paso de este proceso.