Descubre en este artículo las etapas del proceso vocacional Adoratriz y cómo puedes vivir una vida consagrada a Dios y al servicio de las mujeres más vulnerables.
¿Te has preguntado cómo es responder a la llamada de Dios? Muchas mujeres experimentan un deseo profundo de consagrar su vida a Él, pero no saben por dónde comenzar. En la Congregación de Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, acompañamos a quienes sienten esta inquietud a través de un camino de discernimiento, entrega y amor.
¿Qué es la vocación religiosa y cómo descubrirla?
La vocación religiosa es una respuesta personal a la invitación de Dios para vivir una vida consagrada a Él. Esta elección no se realiza de un día para otro; es un proceso lleno de oración, reflexión, formación, crecimiento, acompañamiento y fe.
¿Qué significa hoy Ser-Hacer y Estar como Adoratrices en el mundo?
Nuestra identidad como Adoratrices:
- Está dentro de un carisma enraizado en Jesús Eucaristía. De esta vivencia eucarística germina y crece la misión Adoratriz: Adorar a Jesús Eucaristía continuamente y liberar y promover a la mujer explotada por la prostitución o víctima de otras situaciones de violencia.
- Tiene unos orígenes que se encuentran en 3 momentos en la vida de Santa María Micaela, nuestra fundadora. Puedes conocerlos aquí.
- Tiene una historia, construida antes de nosotras, transmitida de generación en generación. Desde 1856, a lo largo de casi 170 años, hemos ido juntas con el Señor, construyendo una positiva historia de salvación, al ritmo de adorar y liberar.
- Tiene un estilo caracterizado por la personalidad y vivencia carismática de Micaela que podría llamarse talante Adoratriz y caracterizado por: Amor a la Eucaristía, Pedagogía del Amor, Estilo de Familia y actuar como Educadoras.
Las Adoratrices somos:
- Mujeres: Dotadas de una particular inclinación a todo lo que es vida, capaces de engendrarla y sostenerla cada vez que nos dejamos alcanzar por el amor. Desde la sensibilidad y misión que nos son propias, sentimos en nuestra carne la violencia que sufren las mujeres y nos comprometemos en su defensa y al servicio de la cultura de la vida y de la solidaridad.
- Abiertas: Las Adoratrices nos abrimos a Dios, a nosotras, a la comunidad; a las mujeres de nuestra misión; a las personas laicas, grupos e instituciones que trabajan con y como nosotras en favor de las mujeres y a la Iglesia. Nos abrimos e insertamos en distintas culturas acogiendo, respetando y promoviendo sus valores.
- Llamadas a ser Eucaristía: La realidad desde la que somos y miramos el mundo es la Eucaristía. Ella nos identifica y construye, nos impulsa a encarnar en nuestra vida su misma esencia.
- Consagradas: Asumimos personal y comunitariamente el don de la llamada y sus exigencias, expresando en la respuesta nuestro ser Eucaristía. Vivimos la consagración como opción total por el Señor. Inspiradas en el modelo de Micaela, vivimos los votos de pobreza, castidad y obediencia.
- Signos de misericordia: El reconocimiento de nuestro propio pecado y heridas, asumidos y sanados por la misericordia de Dios, nos ayuda a educarnos y formarnos como instrumentos de misericordia para con otras. En el transcurso de la vida, encarnamos el amor de Jesús que se hace misericordia, que acoge, respeta, escucha, perdona y mira con ternura.
- En el mundo: Sentimos el deseo de que nuestro ser-hacer sean significativos en este mundo, de que nuestro estar en él sea comprometido. Nos situamos en él con mirada y actitudes de cordialidad, tolerancia, solidaridad, gratuidad y misericordia.
Las 5 etapas del proceso vocacional de una religiosa Adoratriz
El proceso vocacional de una religiosa Adoratriz se desarrolla en 5 etapas de formación. A lo largo de todo el proceso formativo estarán presentes la oración, el acompañamiento espiritual, la vida en comunidad y la misión Adoratriz de Adoración eucarística y Liberación de mujeres en contextos de prostitución, trata de personas y otras situaciones de violencia.
¿Sabías que la formación en nuestra Congregación incluye experiencias interculturales? ¡Imagina todo lo que podrías aprender!
A continuación, te explicamos las 5 etapas del proceso vocacional Adoratriz, diseñado para ayudarte a discernir y responder con plenitud a la llamada de Dios.
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Conocimiento Mutuo: El primer paso en el camino vocacional Adoratriz
Es la etapa previa a la formación inicial, tiempo de conocimiento mutuo entre la Congregación y tú, mujer que se siente llamada a la vida consagrada en la Familia Adoratriz. Esta etapa sirve para que disciernas tu proyecto vocacional y la Congregación conozca si posees las cualidades requeridas para vivir la vocación Adoratriz. Aquí, te acercas a la vida de las hermanas a través de una comunidad de referencia, también realizas alguna experiencia apostólica y es posible que conozcas otras comunidades de la Provincia en la que te encuentras. Es un tiempo para compartir tus inquietudes y recibir orientación y en el que continuas con tu vida familar, de estudios, trabajo, amistades…
Duración: Mínimo 1 año, prolongándose según las necesidades de cada persona.
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Prenoviciado: Descubre tu llamada y prepárate para el Noviciado
Es un periodo de preparación al Noviciado y puede realizarse individualmente o en grupo, en una comunidad designada. Su finalidad es que profundices en la autenticidad de la llamada de Dios y clarifiques las motivaciones que te llevan a ella, acompañada por una Adoratriz.
A lo largo de la misma, contemplarás la experiencia de encuentro con la misión Adoratriz, realizando un contacto directo día a día con la realidad de las mujeres que acompañamos en los proyectos de nuestra Obra Social.
Duración: Entre 1 y 2 años.
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Noviciado: Una inmersión profunda en el discernimiento vocacional
El Noviciado es un tiempo de discernimiento profundo y preparación espiritual para tu vida Adoratriz. Durante este tiempo como novicia, serás acompañada por la maestra y la comunidad formadora donde esté ubicado el Noviciado.
En la comunidad, en contacto con la misión, profundizarás en la experiencia vocacional, comprendiendo las implicaciones concretas que supone en la propia vida el seguimiento de Jesús al estilo de Micaela. Esta es una etapa de iniciación en los estudios teológicos y durante el segundo año dedicarás un tiempo especial a realizar una experiencia apostólica fuera del Noviciado, en otra comunidad. La Congregación cuenta con Noviciados internacionales o interprovinciales que permiten el enriquecimiento intercultural, apreciando la unidad del carisma en la pluralidad de sus expresiones.
Duración: 2 años, prolongable 6 meses.
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Juniorado: Fortalece tu vocación y tu compromiso con Dios
Es una etapa en la que, ya como hermana Juniora, inicias un periodo de afianzamiento y madurez en tu vocación como religiosa Adoratriz. Comprende todo el tiempo desde que realizas la 1ª profesión religiosa (votos temporales) hasta la profesión perpetua. Entonces te incorporas a una comunidad apostólica en la que has de asumir gradualmente nuevos compromisos y responsabilidades y puedes realizar estudios teológicos y profesionales. La finalidad de esta etapa es la preparación para la consagración total a Dios siguiendo a Cristo en el servicio de la misión Adoratriz, de manera que te sea posible dar una respuesta libre y definitiva en la profesión perpetua.
Antes de finalizar esta etapa, la Congregación te ofrece un tiempo intenso de reflexión y síntesis de la formación recibida y la vida compartida. En esta formación existe la opción de participar en programas intercongregacionales para prepararse, completándolos con temas específicos del carisma propio Adoratriz.
Duración: 5 años, prolongable hasta 9. Cada año como hermana Juniora renuevas tu profesión de votos en la celebración eucarística, este hecho es motivo de gratitud y toma de conciencia de la acción de Dios en ella.
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Votos Perpetuos: La consagración definitiva como religiosa Adoratriz
Es el momento culminante del camino vocacional. Con los votos perpetuos, entregas tu vida a Dios de manera definitiva como Adoratriz, consagrada a Él para vivir en plenitud el carisma de la Congregación. La formación de una religiosa Adoratriz no termina nunca. Una vez realizada la profesión de votos perpetuos, existe un plan de formación continua que en nuestra Congregación está dividido por edades y tiempos de consagración.
¿Cómo saber si tienes una vocación religiosa?
Si alguna vez has sentido un profundo deseo de entregar tu vida a Dios, quizás está sea tu llamada: ¿Encuentras alegría en la oración y en el servicio?, ¿Te atrae la vida comunitaria?
Hablar con una hermana o participar en una experiencia vocacional puede ayudarte a responder a estas preguntas.
¿Quieres saber más sobre el camino vocacional Adoratriz?
Responder al llamado de Dios es un acto de amor y valentía. Si sientes esta inquietud, no estás sola. En la Congregación de Adoratrices te acompañamos en cada paso del camino para ayudarte a discernir y vivir plenamente tu vocación. Descubre si esta es la opción de vida que Dios tiene preparada para ti y sigue el proceso vocacional como Adoratriz.
Si te sientes llamada por el Señor, no lo ignores. Escríbenos a comunicacion@adoratrices.com o visita nuestra página sobre la vocación Adoratriz. ¡Estamos aquí para escucharte!