Santa María Micaela: Historia de la 1ª casa para mujeres en situación de prostitución

Santa María Micaela: Historia de la 1ª casa para mujeres en situación de prostitución

Tal día como hoy, el 21 de abril de 1845, Santa María Micaela, fundadora de las Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, abre la 1ª casa para acoger a jóvenes y mujeres en situación de prostitución y de calle.

Este hito se gesta desde las primeras décadas del siglo XIX, cuando Santa Mª Micaela comenzó a visitar a los enfermos del hospital de San Juan de Dios en Madrid (España). Allí descubrió los problemas de la explotación, la soledad y el desamparo en que se encontraban muchas jóvenes y mujeres que vivían en contextos de prostitución.

En ese hospital tuvo lugar el 1º de los 3 momentos que configuraron la vida de Micaela hasta entregarse por completo a Jesús Eucaristía y a las mujeres que sufrían violencia. Concretamente, en su visita a San Juan de Dios el 6 de febrero de 1844, se le abren los ojos al conocer la historia de la que llamó la “chica del chal”.

La propia Santa María Micaela narra este encuentro detalladamente en su autobiografía: “esta historia y otras muchas… de aquí nació mi primera inspiración de poner una casa…”. En ese momento, efectivamente, surgió la primera idea de abrir una casa para acoger a estas jóvenes a su salida del hospital y ayudarlas a rehacer su vida.

De este modo, al año siguiente, en 1845, Micaela funda la primera casa en la calle Dos Amigos 8 de Madrid, junto con su amiga Ignacia Riso de Grande y una junta de 7 señoras que se implicaron en el proyecto, pero especialmente gracias a la intercesión del Señor, que guio los pasos de la santa.

En estos primeros años en Madrid se hace necesario el cambiar esta casa de sede, pues, a pesar de las dificultades, la obra de la fundadora va en aumento. Así, este hogar se trasladará a la calle Fomento 19, después a Jardines 14, a D. Pedro 1 y, por último, a Atocha 74.

Desde 1850, Santa María Micaela asumió totalmente la dirección de la casa, se quedó a vivir con las jóvenes y tomó el nombre de Madre Sacramento. Buscó la colaboración de maestras para que la ayudaran en la educación de “sus chicas”.

Esta forma de vivir, basada en la adoración eucarística y la entrega a la ayuda de las mujeres más necesitadas, impactó a algunas de sus maestras y a otras jóvenes de su entorno. Fruto de todo ello, en 1856 se reunió el primer grupo de mujeres que, con la aprobación eclesiástica, empezaron a vivir este nuevo carisma de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, con Santa María Micaela como su fundadora. Un carisma de Adoración y Liberación.

Actualmente, más de 165 años después, la Congregación tiene presencia en 25 países de 4 continentes diferentes. Desde entonces y hasta hoy, como Santa María Micaela, las Adoratrices trabajamos ofreciendo alternativas y oportunidades reales a mujeres que viven diferentes situaciones de exclusión.

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