Como es habitual coincidiendo con la festividad de Santa María Micaela, desde el área de Acción Liberadora se presenta la memoria de actividad de la Congregación.
Sin duda, una Memoria marcada por la pandemia donde en todas las obras apostólica se ha realizado un esfuerzo extra. Un esfuerzo que merece un reconocimiento y un agradecimiento.
Como se puede comprobar, las cifras de atención son mayores que en años precedentes. Un trabajo que se puede realizar gracias a la labor de las Hnas. Adoratrices, personas laicas voluntarias o profesionales que día a día se esfuerzan porque sigue vigente la misión adoratriz.