El 15 de junio, día de Santa Mª Micaela, dábamos comienzo la celebración del 165 aniversario de fundación de nuestra Congregación. Se nos invitaba a vivir, como familia adoratriz, un año de acción de gracias, un año de renovación, un año de revitalizar el Carisma… Nos encontramos, ahora, en la etapa final, y, en esta ocasión se nos ha invitado a la provincia Europa África a motivar la experiencia desde marzo, con la adoración del día 4 fiesta de la canonización, hasta el 15 de junio. Preparémonos para que mirando nuestro presente vivamos con sentido renovado nuestra consagración e identidad adoratriz.
Han sido estos unos meses en los que, desde distintas propuestas, hemos podido “hacer memoria agradecida de nuestros orígenes, desde el presente desafiante, con la mirada y el corazón orientado al futuro que toca a nuestra puerta y reclama respuestas”. Etapa tras etapa, siempre teniendo presentes el lema: “Mirar el origen para revitalizar el futuro” hemos ido acogiendo, con gratitud, cada una de las indicaciones. Durante los meses de julio a octubre hemos mirado, profundizado, orado con María Micaela, en su itinerario espiritual, hemos ahondado en la riqueza que nos legó, hemos disfrutado compartiendo en comunidad hasta llegar a la II etapa, que nos ha ido invitando a mirar a la Congregación con cariño y agradecimiento, en estos últimos meses, hemos podido, saborear, renovar, reactualizar nuestros valores congregacionales. Ahora, en esta etapa final vamos a mirar nuestro presente, el hoy de nuestra historia para vivir de forma renovada el don de nuestra consagración, nuestra identidad adoratriz
Ojalá este haya sido un tiempo para vivir experiencias personales y comunitarias, experiencias en el compartir con el laicado y con las mujeres que forman parte de los distintos proyectos. Durante estos meses se nos ha invitado a profundizar, desde las distintas provincias, con la riqueza cultural que ello conlleva, en nuestra Identidad y Carisma. En el Don recibido del Espíritu a la Iglesia que, transmitido a lo largo de los años sigue configurando nuestro ser hoy como hermanas, y personas comprometidas desde la Misión Compartida. Se nos está invitado a celebrar no un hecho del pasado, algo que sucedió y conmemoramos, sino a recordar, pasar nuevamente por el corazón, y dejarnos afectar, provocar, contagiar por el espíritu de María Micaela y, con la fuerza del Espíritu lanzarnos a revitalizar la vida de la Congregación, con la novedad que nos exige nuestro momento histórico. Poniendo los ojos en la Misión, transitando nuestras calles, estando presentes en la vida de la iglesia en este momento de sinodalidad.
En esta III etapa vamos a seguir orando, adorando, compartiendo, discerniendo, experimentando, sintiendo vivo el carisma. Queremos seguir celebrando con alegría y esperanza en toda la Congregación el 165 aniversario de nuestra fundación. Dar sentido a lo que significa reavivar, vitalizar el carisma de Adoración-Liberación. Queremos mantenernos en camino a la Luz e Inspiraciones del Espíritu para dar las respuestas que a nivel congregacional vamos intuyendo, en cada lugar para acercarnos, acoger y caminar con las mujeres que hoy siguen clamando y viviendo tantas situaciones de esclavitud. Mará Micaela continúa haciendo camino y alentando nuestra vida.
Provincia Europa-África