Jubileo 2025 en República Dominicana: Adoratrices peregrinan a Altagracia

Jubileo 2025 en República Dominicana: Adoratrices peregrinan a Altagracia

Con motivo del Jubileo de la Esperanza 2025, la Pastoral Vocacional de la arquidiócesis de Santo Domingo, República Dominicana, organizó el 23 de febrero de 2025 una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de la Altagracia en la que participó la comunidad de Prenoviciado de Adoratrices. Un acontecimiento donde la fe, la esperanza y la vocación se hicieron palpables en cada paso del camino.

Un llamado a caminar juntos

La peregrinación reunió a personas en formación, aspirantes, formadores, responsables de pastoral vocacional, personas laicas comprometidas, religiosos y religiosas. Acompañados por el arzobispo monseñor Francisco Ozoria Acosta, las hermanas vivieron una jornada llena de alegría y oración, unidas con los presentes en un solo propósito: pedir por las vocaciones y fortalecer el compromiso con el Señor.

La Comunidad de Adoratrices en Santo Domingo participó activamente en esta actividad diocesana, reafirmando su compromiso con la promoción vocacional y el acompañamiento espiritual de la juventud dominicana.

El himno que los acompañaba en la caminata reflejó la esencia de esta experiencia:

“Somos llamas vivas del Señor, antorchas encendidas de su amor, peregrinos de la esperanza, testigos de la resurrección…”.

La Cruz de la Esperanza y el destino sagrado

El recorrido de la peregrinación inició en la Parroquia San Dionicio y finalizó en la Basílica de Higüey, el santuario de Nuestra Señora de la Altagracia, patrona del pueblo dominicano. Durante el trayecto, la Cruz de la Esperanza encabezó la comitiva, simbolizando la unión en la fe y la misión que compartida de los peregrinos como Iglesia.

El testimonio de hermanas y novicias Adoratrices

Esta peregrinación supuso también un momento de encuentro profundo con Dios y con los demás. Nuestras hermanas y prenovicias Adoratrices en Santo Domingo han compartido lo que ha significado para ellas participar en este acontecimiento jubilar.

Hermana Dorothy cuenta que constituyó “una oportunidad única para orar junto a tantos fieles, dar gracias por mi vocación y recordar la importancia de cada persona que responde al llamado de Dios”, mientras que Hna. Gladys Molina destacó el mensaje que Dios le transmitió en ese día: “Me hizo comprender cuán esencial es orar por las vocaciones y acompañarlas. Nuestra misión es animar y promover la esperanza en los jóvenes.”

Para Adriana, prenovicia, la jornada fue un regalo espiritual: “Sentí el abrazo de todas aquellas personas que sostienen las vocaciones con su oración. Fue un bálsamo para el alma y un impulso para seguir con alegría en este camino.” Noemí, también prenovicia, vivió la peregrinación como un momento especial de gracia: “Dios nos regaló un día para renovar nuestra fe y compromiso. Escuchar los testimonios de los laicos me motivó a ser cada día más fiel a mi vocación.”

Por su parte, Marta Verón, prenovicia, sintió una invitación clara: “Transmitir con gozo mi vocación y despertar en otros jóvenes el deseo de responder al llamado de Dios. Eso es lo que nos pidió el Señor en esta jornada.”

Un Jubileo que nos impulsa a seguir

A través de estos acontecimientos, las Adoratrices participamos con la Iglesia de la gracia del Jubileo 2025, una oportunidad para renovar nuestra fe y fortalecer la vocación. La peregrinación vivida en Santo Domingo nos recuerda que la Iglesia sigue caminando con esperanza, unida en oración y servicio.

¿Cómo estás viviendo este Año Jubilar? Comparte tu testimonio y forma parte de esta celebración con nosotras y con toda la Iglesia.

 

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